Hace unas semanas acompañaba a Ana en una de sus expediciones en busca de un piso nuevo para que viva este año y hubo un mantra que se repitió a lo largo de toda la conversación con la inmobiliaria: "No, con perro es muy difícil encontrar nada".
Un ejemplo que a muchos sonará es que todos los años a partir de mayo tengo que dejar de pasear a mi perro por las playas bajo la premisa de que éstos ensucian las playas y que en ésta época del año éstas han de estar reservadas para el uso humano. La mejor parte viene cuando tú (sólo tú y sin tu perro) estás en la playa y no paras de ver colillas, botellas, latas, compresas e incluso pañales (entre otras muuuuchas cosas). Yo por ahora nunca he visto a ningún perro fumador.
Pero la gota que para mí colmó el vaso llegó cuando éste verano se empezó a poner de moda que la "gente" dejase veneno, comida con clavos, embuti
dos con pastillas y demás lindezas en los parques, los jardines y las rutas forestales porque "les molestan los perros"(este verano se ha acentuado, porque increíblemente esto lleva muchos años en marcha ).
La foto a continuación fue tomada en Betanzos, una pequeña ciudad de la comarca de Las Mariñas en la provincia de A Coruña. Ya que está cerca de donde vivo (cuando estoy en Galicia) he pasado mucho tiempo aquí y puedo decir que siempre que he visitado el lugar donde fue tomada ésta foto está desierto (por eso yo me pregunto cómo pueden molestar a alguien).
Foto R. Rodríguez. Sacada de "Betanceiros por el Mundo".
Pero en fin, ya para acabar debo decir que no todo es malo y que ya empieza a haber locales donde no te obligan a aparcar a tu mascota en la puerta.
Yo espero que en algún momento la cosa se normalice y lleguemos al punto de que no sea necesario poner este tipo de carteles, pero claro, cómo se puede pretender que se trate a los animales de otra manera cuando entre nosotros mismos nos discriminamos... Es en verdad pedir peras al olmo.
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