martes, 25 de agosto de 2015

Qué llevar a una excavación arqueológica.

   En la entrada anterior hablaba de mi primera experiencia real en una excavación arqueológica y resulta que el día antes de ir no sabía muy bien qué meter y qué no en la mochila (aunque me guste bastante hacer las cosas de manera improvisada, me vuelvo loca a la hora de hacer las maletas. Incongruencias del ser humano), de hecho, andaba dando vueltas por mi casa dudando de si coger tal cosa o no, por eso, y para redimirme un poco por la exageradísima longitud de mis entradas anteriores hoy traigo una lista de cosas que en mi opinión son necesarias para alguien que vaya a trabajar en una excavación arqueológica, a ver si así puedo ayudar a quienes vayan a tener su primera excavación (yo creo que siempre hay dudas sobre qué llevar, la primera vez que vas a hacer algo).
   La idea de esta lista es llevar lo necesario sin ir cargado para que así quepa en la mochila más pequeña posible.

   Para empezar una cosa que a mi jamás se me hubiese ocurrido (y me dieron allí en la excavación) es la mascarilla; es muy útil para cuando barres una zona, sobretodo si le tienes alergia a todo como yo... En cuanto me dieron la mascarilla santo remedio, no volví a sufrir la alergia.

Éste es el tipo de mascarilla del que hablo

   Si eres escrupuloso y no te gusta beber del mismo sitio que los demás, yo aconsejo llevar una cantimplora (además nunca se sabe si va a haber garrafas de agua).

   Continuando con lo obvio,  es indispensable el neceser con los útiles normales de aseo:

¡Peinando piedras al fin!!

   Hace unos días hablaba de que había ido a un Campo de Trabajo, concretamente, de la modalidad de Arqueología; y nada, resulta que era la primera vez que  excavaba.

Felices, pero rebozadas en tierra.


   A ver, esto no es así del todo, es decir, en las prácticas de la universidad sí que te llevan por ahí de paseo a ver excavaciones (bueno, que narices, no te lleva nadie, tienes que llegar tú), pero vamos, que íbamos a recibir unas explicaciones (¡ah! y una vez nos hicieron una práctica de dibujo arqueológico, que no se en qué modalidad encuadrarlo) y amén, te das con un canto en los dientes. Vamos, que de lejos, yo he tenido más prácticas de laboratorio que de campo, aunque es cierto que una vez (en Torre de Llauder) nos dejaron rascar un poco con los paletines, pero poco más.

lunes, 24 de agosto de 2015

Guía para acceder a un campo de trabajo

   En la entrada anterior hablaba un poco de mi experiencia en el Campo de Trabajo Internacional del Castro de Socastro en Rois, ahí también quería hablaros de cómo es que se accede a estos campos de trabajo, pero estaba viendo que me estaba pasando bastante con la extensión (soy muy dada a enrollarme como una persiana y pasa lo que pasa) y decidí que era mejor dedicarle una entrada a parte para que fuese más fácil.

   Pues bien, para empezar, el proceso es muy sencillo para acceder a cualquier campo de trabajo en el territorio español pero ésto no significa que sea igual para todo el panorama. Como mi caso particular es en Galicia será el proceso que explique.

domingo, 23 de agosto de 2015

¿Trabajar en Verano?

  Según he podido darme cuenta al hablar con la gente dentro de las muchas clases de personas podemos dividir el mundo en dos: Aquellos que en las vacaciones prefieren convertirse en monjes de clausura y no salen de sus dominios, y aquellos (que como yo) no pueden estarse quietos.

   Cuando estás en segundo de bachillerato todo el mundo te anima diciendo que ése será el verano más libre de tu vida pero yo discrepo, el más libre sin lugar a dudas es el de primero de carrera (carrera, ciclo, ya me entendéis). En el de bachillerato no paras de preocuparte por cosas como a qué universidad irás, de hacer la matrícula y en general de comerte el coco; sin embargo, el verano siguiente nanai.
   En mi caso, el verano ya empezó con San Juan, que es una fiesta que no se que tiene pero que siempre me ha encantado, no sé, tiene tradicionalmente un aura de magia que a mi me encanta (aunque en mi familia lo celebramos dejando de lado la tradición cristiana, nosotros somos más de hacer la lumeirada-hoguera- y simplemente seguir la tradición).

Últimos coletazos de mi lumeirada
 
   Después estuve una semana en las tierras de las jutías y los manatíes, a la que sobreviví sin quemaduras de sol (no como mis pobres acompañantes).
Cuando volví tuve una semana o dos de aburrimiento en casa (aunque que nadie me malinterprete, las mañanas las aproveché divinamente durmiéndolas todas) y luego tocó ir a lo que es el eje central de la entrada de hoy: Un Campo de Trabajo.

Últimos días en Barcelona

   ¡Después de casi dos meses de inactividad volvemos a la carga!

    En mi caso el principio del verano fue un chou (un show para los entendidos en inglés).
Decidimos qué día volveríamos a casa: el 22 de junio para llegar a tiempo al San Juan (no creo que haya ningún coruñés que pase sin celebrarlo), y la idea era guardar todo lo posible en Barcelona y lo restante meterlo en el coche de mis padres (que caritativamente vendrían de chófer).
Empezamos a guardar cosas en casa de amigos (especialmente  las equipaciones de jugger, que se quedaron en casa de un amigo ya que en el coche no cabían).
Nos enteramos de que la residencia donde vivo tenía un servicio de consigna que a decir verdad es muy fácil de utilizar. En mi caso como me cuestiono todo lo cuestionable (y quizá un poco más), me acerqué a las oficinas de la residencia  a preguntar por si acaso me estaba olvidando de algo y me explicaron el proceso: primero tienes que hacerte miembro del club de residentes, y luego tienes derecho a guardar 5 cajas que tienes que transportar tú mismo a unos de los bajos de la residencia.

   Pues allá que fui una semana antes de marcharme (no soy muy previsora en éstas cosas) a hacerme socia, para eso tienes que llevar el DNI y saber en que piso vives, pero además también te hacen pagar 5 euros, que vosotros diréis que no es mucho, pero si lo miras desde la perspectiva de que los mismos ya te están cobrando el alquiler mensualmente... Pero lo que a mí me supuso un "problema" no fue eso, sino que las medidas de las cajas que debes utilizar no están delimitadas y te dicen que "no deben ser muy grandes, pero tampoco muy pequeñas" cuando preguntas qué tamaño deben de tener... En fin, en mi caso conseguí tres cajas, y a mayores utilicé un carrito de compra y una maleta.

Puede parecer que ahí pueden caber un montón de cosas, pero no.