martes, 29 de septiembre de 2015

Y otra de Museos: Ca n'Olivé.

   Es marca de la casa llegar tarde, mal y arrastro, pero creo que con lo que traigo hoy me he superado... Hace 4 meses en Arqueología Prehistórica (una asignatura del segundo semestre que hice el año pasado) nos llevaron de visita a un Museo sobre Íberos construido al lado del poblado estudiado (uniéndose todo por una valla que lo convierte en un solo recinto) y como hace unos días hacía un mini comentario sobre el Museu d'Història de Catalunya , pensé que quizá podría reciclar el comentario que le hice en su momento.

   La visita consistía que nos iban enseñando las distintas estancias del museo, después ver la exposición y finalmente echar un vistazo por las excavaciones del poblado.
Para empezar, cuando llegamos lo primero que mencionaron en el discurso que tenían preparado era una felicitación por haber conseguido llegar y no es para menos, pues no hay señalización en ningún punto de la ciudad en la que está (hasta escasos 100m del propio museo). Nos dijeron que la señalización estaba en trámite de ser solucionada, y no se cuanto pueden tardar estas cosas pero dejo en el aire que el museo se inauguró en 2010.
Además, el día que me tocó desplazarme hasta allí suponía que al ser un museo municipal estaría señalizado por el propio ayuntamiento o incluso por la Diputación de Barcelona (pero bueno, ya se sabe el caso que le hacen los organismos oficiales a los asuntos patrimoniales)
Con todo, se puede presentar el proyecto de señalización de manera independiente a la Jefatura Central de Tráfico o a un Organismo Autónomo.

   En fin, aparte de que que no haya señales por ninguna parte, la propia web de Ca n'Olivé no tenía información concreta sobre como llegar. Bueeeeeno, en realidad para llegar en coche (vehículo privado) te lo explican fetén, pero para los que nos tenemos que mover con transporte público no había mucha ayuda, pues te indicaban una serie de líneas de tren y autobús sin indicarte nada (ni parada, ni nada de nada). De hecho comprobé a las malas que varias de las líneas que mencionaban en la web no pasaban por allí, o al menos los conductores a los que tuve que preguntar no tenían ni idea de qué les hablaba (claro, es que si no me dicen cual es la parada la cosa se va complicando).
Al final tuve que tirar de Google Maps. Y gracias de que siempre salgo una hora antes por lo que pueda pasar.

   Cambiando ya de tema, el aprovechamiento del espacio es la máxima en éste edificio, de hecho,

lunes, 28 de septiembre de 2015

Un país de colorinchos

   Ayer era día de elecciones aquí en Cataluña (famoso 27S) y como derecho y obligación (espero y supongo) que todo el mundo fue a votar. En mi caso, al no estar empadronada aquí no pude participar (bueno, si participase no daría pie con bola porque tengo una desconexión general en el tema de la política de Cataluña. Sólo estoy de paso aquí y no es mi derecho opinar en este tema).
En fin, el tema es que hoy, ya al día siguiente, la gente proclamaba por ahí que ya eran un nuevo país de luz y de color. Yo la verdad es que aún no tengo muy claro que supondría la independencia... ¿Voy a pasar de vivir en España a en un nuevo País? ¿Voy a obtener educación internacional? ¿O mi grado va a dejar de valerme fuera de aquí? -¿Va a salirnos más como "La unión de los Catalanes hizo su fuerza" o como "Divide y vencerás"?

Solo el tiempo lo dirá. Y pase lo que pase, estamos en una de esas fechas que se está generando historia activamente (bueno, más que otros días) y me parecía un crimen no decir nada.

En fin, no sé cómo sentirme si Cataluña se independiza... Si ellos quieren, así se hará (que ahora nadie se ponga a apedrearme, no estoy ni en contra ni a favor. Sólo soy espectadora).
Aunque una parte de mí ya no podría sentirse orgullosa de pertenecer, aunque sea un poco a esta tierra.
-... Si les sale bien pienso reivindicar el Antiguo Reino de Galicia...-

domingo, 27 de septiembre de 2015

La mercè. El retorno.

   Ayer contaba en ésta entrada la primera parte de lo que fue mi Mercè, pero me dejaba en el tintero (creo que) la mejor parte del día.

   Resulta que el Museo cerraba a mediodía, esto en principio no era un problema, pero por la tarde SÍ cobraban y como necesitaba reservar las pocas pelas que llevaba para comprar algo para bebe durante el día (cuestión de prioridades), pues tuvimos que huir (aunque no sin antes responder a una encuesta sobre el museo a un guía armado con una tablet. Todo muy moderniki).

Todo muy internacional en el kiosko de donde salieron estas latas
(Nunca había visto Fanta de Mango-Maracuyá).

   Después de salir del museo iniciamos una peregrinación hacia Parc de la Ciutadella con la intención de comer tranquilos (el tupper manda), craso error, porque como era de esperar por gente con más dedos de frente que nosotros, estaba petado. Aún así encontramos un sitio agradable a la sombra y allí que nos quedamos hasta las cuatro. Nosotros no montamos en nada, pero había un montón de "atracciones" y actividades (nos quedamos intrigados con el planetario, pero una cola de una hora no entraba en nuestros planes).
De allí que nos fuimos, vagabundeando un poco, hasta que llegamos a unas casetas en la Paseo de Gràcia que resulta que eran un mercado de libros de segunda mano (aquí no me pude resistir, cayeron dos porque, para mi asombro había bastantes libros de arqueología-> Plan de ahorro fracasado). 
Pero el plato fuerte del día fue la Cavalcada de la Mercè, que es como un desfile de monstruos y gigantes, de los que precisamente vi una muestra en la visita al Palau de la Virreina (que mencioné aquí).
Tantas vueltas que dio, miedo me da la pobre persona que iba dentro.
Me recordaron bastante a los mómaros de Betanzos.

   El acto empezaba sobre las seis y teóricamente acababa una hora después, pero como pasa siempre, la teoría y la práctica no se corresponden.
Al principio

sábado, 26 de septiembre de 2015

La Mercè. Parte I.

   Hace unos días fue la Mercè aquí en Barcelona. ¿Qué es la Mercè? Pues nada, a resumidas cuentas es la fiesta mayor de la ciudad de Barcelona y  se aprovecha para montar casetas, hacer conciertos y en general para hacer fiesta y fiesta y fiesta (dura del 18 al 24 de septiembre, vamos, que da para fiesta larga).

   Como en otra vida debí de nacer Ficus, no tenía intención de salir de mi cueva de ermitaña para ir a ninguna parte esta semana - aunque en mi defensa diré que mi primera experiencia en la Mercè (el septiembre pasao, vamos) no fue muy buena (esas cosas de ir con tu compañera de piso y que a la hora y media de llegar se vaya a casa de un tío y tú te quedes sola ante el peligro, esperando un nitbus que nunca llegó y finalmente llegando a casa con el primer tren, sí sí, ese de las cinco de la mañana).
Pero en fin, como las cosas nunca me salen como las planeo, al final me prometieron que los museos permitían libre entrada el día 24 y allá que nos fuimos.
   El museo elegido fue el Museu d'Història de Catalunya (yo quería aprovechar para ir al acuario porque en día normal te clavan 20 euros por persona, peeeeeero resulta que es una entidad privada y ya se sabe que pueden hacer lo que les de la gana lease mantener el precio. Pues nada, que no hubo pececitos).  Por cierto, tienen página web y se pueden ver partes de las exposiciones (temporales y permanentes), cómo llegar y toda la pesca (pincha aquí para acceder).
El camino fue un poco como la Odisea. Subimos en la línea S2 de Ferrocarrils Catalans y más que en un cercanías  parecía que íbamos en el Orient Express. Cuando una hora después de lo que pretendíamos llegamos al fin a Plaza Catalunya,  que estaba petada, no de gente (bueno, sí, de gente también) sino de casetas de agrupaciones, de tiendas, una protectora de animales (crueldad animal conmigo es que no me podía llevar ninguno) e incluso había una agrupación de gaiteiros.

Xestas e Toxos (Según ellos Chestas e Toxus) en Plaza Cataluña.
Foto de Jelen.

      En fin, que fuimos caminando hasta Urquinaona (a 5 minutos) para coger la línea amarilla del metro para llegar a la parada de la Barceloneta (también se puede llegar usando la línea roja, pero si la amarilla estaba a rebosar yo no me quiero imaginar la otra). Y nada, que

sábado, 19 de septiembre de 2015

Esto sí que es un Manifiesto Delirista.


    Barcelona... Reconocida merecidamente como ciudad global: como dijeron El Catarres en una de sus canciones, "La capital de la tendència". Y no se equivocaban, es el punto donde se concentra lo vintage, lo hipster, los festivales y en resumen, toda la "Modernez".
En alguna entrada la mencioné como una ciudad un poco hostil para el que desembarca de improviso, pero bien es sabido que sarna con gusto no pica.

   ¿A qué viene esto? Pues resulta que gracias a ser una ciudad tan increíblemente grande, también acoge un gran número de actividades, eventos y exposiciones que las lampreas culturales como yo podemos aprovechar. De lo que quiero hablar en esta entrada es del Proyecto Efímera, una especie de exposición temporal creada por uno de estos símbolos de la Modernez: Love of Lesbian (un grupo en plan indie con letras en español).
No es un secreto que sea fan de este grupo (ejem, la gente creía que Ana y yo éramos pareja sospechosamente después de empezar a usar merchandising de Love of Lesbian, ejem) y resulta que pasando el rato en Instagram me infecté con la viralidad de la noticia de que habían hecho una especie de exposición. La verdad es que no seguí mirando opiniones, fotos y demás porque prefería que fuese una sorpresa, así que cuando ayer bajé del tren y empecé a caminar por La Rambla (está expuesto en la Terraza de Arts Sta Mónica, vamos, en La Rambla tirando al final) no sabía muy bien qué me esperaba. De hecho, y como soy un ser bastante dispersa, antes de encontrar el sitio de la exposición que quería ir a ver me metí en el Palau de la Virreina (también en La Rambla) que resulta que tiene una exposición con Gegants y monstruos de Correfoc donde hay unos paneles que te van explicando los distintos personajes que están presentes (a mi personalmente me recuerda por una parte a los Gigantes y Cabezudos de Galicia y por otra a la Coca -de cocodrilo, es

sábado, 12 de septiembre de 2015

Homo Naledi

   Hace unos días saltó la noticia de que había sido descrito por primera vez una nueva especie de Homínido y aunque al principio pensé que sería una noticia algo sensacionalista de algún periódico. Pero no, resulta que efectivamente en octubre de 2013 se descubrieron restos del que han llamado Homo Naledi (que en Sotho significa 'estrella' y hace referencia al lugar del yacimiento) en la cámara Dinaledi del sistema de cuevas Rising Star.

Fotografía de elifesciences.org.

   Se encontraron más de 1550 huesos. 15 individuos. Al parecer tiene rasgos  primitivos como una caja torácica con forma de pirámide (el nuestro tiene forma de barril), la pelvis, los miembros superiores y el fémur proximal; pero también más humanos en tobillos y pies.
  Como yo no me explico nada bien y no le hago justicia al artículo podéis leerlo completo (aunque en inglés) en eLife (pinchando aquí).

   La verdad es que ya iba siendo hora de que hubiese una buena noticia para alegrar un poco el panorama después de todos los restos arqueológicos que se están cargando por el Mundo.
Es emocionante el pensar que has sido contemporáneo de un descubrimiento así. Todos los días se genera historia, pero hay días que la humanidad realmente se esmera.

Pedir peras al olmo.


  Hace unas semanas acompañaba a Ana en una de sus expediciones en busca de un piso nuevo para que viva este año y hubo un mantra que se repitió a lo largo de toda la conversación con la inmobiliaria: "No, con perro es muy difícil encontrar nada". 

   Para ser sincera no me sorprendió, estamos acostumbrados a vivir en un lugar donde en cada esquina hay un "Aparcamiento de Perros" (que se respalda con caricaturas caninas que rezan la frase "Yo me quedo aquí") pues las mascotas no se permiten en la gran mayoría de establecimientos.
Un ejemplo que a muchos sonará es que todos los años a partir de mayo tengo que dejar de pasear a mi perro por las playas bajo la premisa de que éstos ensucian las playas y que en ésta época del año éstas han de estar reservadas para el uso humano. La mejor parte viene cuando tú (sólo tú y sin tu perro) estás en la playa y no paras de ver colillas, botellas, latas, compresas e incluso pañales (entre otras muuuuchas cosas). Yo por ahora nunca he visto a ningún perro fumador.

   Pero la gota que  para mí colmó el vaso llegó cuando éste verano se empezó a poner de moda que la "gente" dejase veneno, comida con clavos, embuti

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Volver... con la frente marchita.

   Hace nada recogía mis bártulos para pasar el verano en Galicia y parece mentira, pero el tiempo pasa y aquí estoy con mis maletas de nuevo pisando tierras catalanas.
 
   Es un curso nuevo y con él llegó un piso distinto. Como dije hace unas cuantas entradas decidí que abandonaría por completo la idea de compartir casa con desconocidos, por eso, al no poder enfrentar el pago de un piso muy grande para mí sola por los alrededores y por ahorrarme el levantarme una hora antes para ir a clase (en realidad creo que el factor que me hizo decidir fue éste y no el alquiler. La vagancia manda)  llegué a la conclusión de que mejor me quedaba un año más en la residencia, eso sí, cambiando el tipo de piso, alquilando ahora una tipo D para dos personas, en vez de una tipo T para tres personas (porque aunque el año pasado nos quedáramos en dos, no creo que volviese a pasar nada parecido).



   El cambio sinceramente creo que ha sido para mejor: la compañía es elegida (sabes lo que hay y hay confianza para ponerse serio con las tareas de la casa) y el apartamento, aunque sea más pequeño y se le vea algo más cascadito (el anterior se veía usado, pero este gana) tiene mucha luminosidad y la habitación principal es mucho más amplia que la anterior (eso sí, aún así no es apto para claustrofóbicos, porque consta de una habitación/salón/despacho/etc, un baño y un pasillo/cocina/armario. Vamos, que no es un sitio donde puedas montar una macrofiesta).