...Estaba de parranda!

   Pues sí, pues sí: aunque llevaba varios siglos sin subir nada al blog no estaba muerta (estaba de parranda por ahí). Pero bueno, tengo complejo de yo-yo y siempre vuelvo por mucho que desaparezca.

   Bueno, pues siguiendo con el tema museos, resulta que hace poco fui al MAC  de Barcelona (al Museo de Arqueología de Cataluña, vamos) e hice una visita... algo exprés.
Resulta que el MAC tiene algunos días de puertas abiertas (apunten: 12 de febrero, 23 de abril, 18 de mayo, 11 de septiembre y 24 de septiembre) y también días de entrada gratuita (el último martes del mes), y allá que nos fuimos. Vale, nosotros fuimos el día gratis, y por eso tampoco llegamos muy en hora... Salimos de la Vila a las cinco, llegamos allí a las seis menos algo y resulta que cerraba a las siete. Pero no nos rendimos! Entramos dispuestos a una visita digna de Speedy González en vez de volver otro día como personas normales (menos mal que ya le habíamos hecho alguna que otra visita antes).

   Antes de nada, está al ladito de Plaza España y entonces, claro, se puede llegar facilísimo. Desde Plaza Cataluña solo hay que coger el metro (con la línea roja hay que bajarse en Espanya i Poble Sec, y con la verde, la parada es Espanya [uso siempre la verde]).
Y el horario es como de cualquier museo, abre de martes a sabado con horario de jornada completa (9:30-19:00) y domingos y festivos a media (10:00-14:30).
Para más información pincha aquí.

   Es un museo bastante visual, y la verdad es que me gusta como han manejado algunos temas. Por ejemplo, en lo que se refiere al viaje hacia el Homo sapiens (en la primera sala)  nos enseñan un esquema del proceso evolutivo con una serie de cráneos (y con un dibujito encima para ubicarse bien). Lo más simpático es que cuando llegan al homo sapiens hay un espejo para, pues bueno, ver un espécimen en vivo y en directo.

   No es un secreto que lo que más me gusta es la prehistoria, o sea que a las primeras salas les dediqué bastante tiempo y la verdad es que no me quejo. Hay bastantes piezas y las explicaciones son concisas (vamos, que no suele haber tochazos: son un parrafo o dos para explicar el contexto de lo de dentro de la vitrina).

Además se ganaron mi corazón mencionando el yacimiento de las Huellas de Laetoli, aunque pusieron la información y la representación a la altura de un rodapié, o sea que hay que estar prevenido para verlo (de ser por mi, habría pintado la representación en el suelo o algo así, para que se viese al entrar).

Tiene varias piezas paleontológicas como una muela de elefante que (si no hay espacio para una reproducción) te puede servir para imaginarte el tamaño de la fauna prehistórica.

   Mientras que en la primera sala había objetos con paternidades divididas entre Neanderthal y Sapiens Sapiens, en las salas que venían después, todos los objetos eran de nuestra especie (¡ay, que poquito me ha durao esta parte de la prehistoria!).

En la parte de transición al neolítico era un poco como en todos los museos, varias piezas y explicaciones largas sobre corrientes tecnológicas pero muy poco para interactuar con el visitante (se limita a las vitrinas).

   PERO, en esta zona había una cosa que siempre me ha encantado:

Una zona con banquitos para que los niños (yo como una niña más, se entiende) se acerquen a los libros que hablen de temas que son considerados aburridos. De hecho, mi obsesión con el arte rupestre yo creo que nace de un libro que descubrí cuando de muy pequeña me llevaron a visitar la Cueva de Altamira; pues recuerdo que había un espacio de estos y encontré un libro que trataba el tema (Croniñón, que de hecho, conseguí y todavía conservo como un tesoro).

   Por lo demás es un museo bastante al uso en su parte permanente. Aunque es verdad que tiene una sala que me encantó, que está presidida por un barquito (es la sala que habla entre otras cosas de las invasiones de los pueblos del mar) y que encima tiene una proyección de estrellas (que por cierto, la sala está a oscuras) y hace un efecto bastante guay.

   Aunque sí hay una cosa que me sacó de mis casillas: lo que hay dedicado al megalitismo (grandes construcciones hechas con piedra) no me gustó nada. Quizá porque es un tema que a mi me toca de cerca, pero es que me pareció pobrísimo. Es cierto que había unos gráficos explicando la planta de los conjuntos megalíticos y tal, pero no había nada más. Eran cuatro dibujos con sus explicaciones y alguna foto por aquí y por allá. 

Mención cero a yacimientos de fuera de Cataluña en esta sala (¡con la de cosas que tenemos en Galicia, Salamanca, Andalucia, etc!), que vale, me diréis que es el museo de Cataluña y que no viene al caso representar yacimientos de fuera, y estaría "de acuerdo" si no fuese porque varias piezas de la exposición son del resto de la península (los dientes de elefante de antes eran del Manzanares, por ejemplo), vamos, que se los han dejado en el tintero y punto.

   La exposición temporal que esta es la de Caps Tallats: Símbols de poder (para los que no controlan el catalán, Cabezas Cortadas: Símbolos de poder), y la verdad es que está muy interesante. Principalmente son una serie de vitrinas con las cabezas dentro y te explican el contexto y algunas características del individuo que solía llevar esa cabeza sobre los hombros.

Te hace un popurrí con culturas distintas y va haciendo comparaciones, a mi la verdad es que me gustó mucho.

Además, ya en la parte final de esta exposición te hacen un minirrecorrido por distintos medios que han utilizado el simbolismo de las cabezas cortadas y es muy interesante.

La verdad es que si las ves así a lo loco fuera del museo quizá impresionan incluso más.

Resumiento: aún estando muy bien, yo creo que peca en que no hay material interactivo, no puedes tocar nada, etc. Y bueno, yo creo que eso limita un poco el retorno al museo, quiero decir, alguien a quien le interesa mucho el tema seguramente volverá, pero no creo que cause mucho impacto en niños de primaria que hagan una visita, por ejemplo.

Pero bueno, para compensar eso al parecer están haciendo talleres de arqueología en los meses de octubre, noviembre y diciembre (aunque hay que reservar antes para ir y tiene un aforo limitado).

   Nada nada, por mi parte visita recomendada al que ande por Barcelona y le interese la arqueología.

Dejo la web aquí para que a quien le interese pueda echarle un vistazo primero.

   A ver si el próximo museo que visitamos sea el etnológico, que está ahí al lado y es gratis hasta el 4 de diciembre por la reapertura que han tenido.